Nivel:
Primario / Segundo ciclo / Quinto grado
Área/s disciplinar/es:
Enseñanza Religiosa Escolar
Temática/s:
Jesús: ejemplo de amor y servicio a los demás. Cristianos: difusores del mensaje de salvación y colaboradores en el logro de un mundo mejor.
Tiempo sugerido:
Tres clases
Versión digital:
Comparta con los alumnos el PowerPoint que se ofrece

Jesús, luz del mundo

En el quinto grado de la primaria los niños reconocen en Jesús la Nueva Alianza que Dios hace con los hombres; con su muerte y resurrección, Jesús nos abre el camino al Padre y cumple la promesa hecha a los apóstoles con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Ellos, animados por el Espíritu, se comprometen como Iglesia a llevar la salvación a los confines del mundo. En este contexto, los alumnos reflexionarán sobre su compromiso cristiano de imitar a Jesús, luz del mundo.

Descripción

En esta secuencia didáctica, se plantea un recorrido, que permite a los alumnos valorar el mensaje de amor de Jesús a través del signo de la luz. Asimismo, los alumnos se reconocerán cristianos comprometidos con la vida de cada día a través de alguna propuesta solidaria concreta, y de la oración por situaciones difíciles que se estén viviendo en el país y en el mundo.

Objetivos

Que los alumnos y las alumnas:

  • Valoren el mensaje de Jesús, su muerte y su resurrección como la obra final y más importante de la salvación de Dios.
  • Descubran el mensaje de amor y servicio de Jesús en el contexto del compromiso cristiano del siglo XXI.
  • Hagan consciente la esperanza que, basada en la fe en Jesús, moviliza a los cristianos y es portadora de frutos de bien para la vida humana y el mundo.

Presentación

El docente puede iniciar la clase invitando a los alumnos a dirigirse con su Biblia o Nuevo Testamento a un ambiente de la escuela que pueda quedar totalmente a oscuras (sala de video, sala de computación, sala de música, etcétera). Allí todos se ubicarán y se apagarán las luces. Luego el docente, en el escritorio, encenderá una vela en medio de la oscuridad. Seguidamente, les hará algunas preguntas como las siguientes para promover un diálogo, mientras el ambiente continúa iluminado con la luz de la vela encendida:

  • ¿Qué sucedió cuando se apagó la luz? ¿Qué ocurrió al encender la vela? ¿Y si encendiéramos varias velas?

El docente les comentará que Jesús se comparó con la luz y que los evangelistas lo narran en un pasaje de la Biblia.

Seguidamente, permaneciendo la vela encendida como signo de Jesús entre nosotros, se prenderán las luces del lugar y los alumnos buscarán en su Biblia o Nuevo Testamento la cita correspondiente.

Relato bíblico: Jesús, luz del mundo (Mateo 5, 13-16).

Uno de los alumnos leerá el pasaje y lo comentarán entre todos, haciendo hincapié en que Jesús no solo dice “Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andará en tinieblas.”, sino que también nos habla a nosotros: “También ustedes son luz que ha de brillar para que todos den gloria a Dios.”

El docente comentará que este mensaje de Jesús nos interpela, y nos pide que lo imitemos. Podríamos preguntarnos en qué debo imitar a Jesús. Para ello, el docente los hará reflexionar agrupando a los alumnos en cuatro grupos, y entregará una cita del Evangelio a cada uno para que la busque, la lea en el grupo y la mediten a partir de una pregunta como la siguiente:

  • ¿Qué nos pide Jesús en este pasaje bíblico?

Relatos bíblicos:

Grupo 1: Jesús enseña a tratar a los demás (Lucas 18, 15-17).

Grupo 2: Jesús se preocupa por los enfermos y los sana (Marcos 7, 31-37).

Grupo 3: Jesús recibe a los pecadores y a los marginados (Mateo 9, 9-13).

Grupo 4: Defiende a los pobres y alaba a los que buscan la paz (Mateo 4, 1-12).

Luego, todos harán una puesta en común sobre los aspectos de la vida de Jesús que debemos imitar para ser luz como Él quiere.

Para coronar este momento de reflexión, pueden cantar Son la semilla (Unidad 8, página 87), o Esta es la luz de Cristo (canción muy conocida en los ambientes eclesiales: “Esta es la luz de Cristo, yo la haré brillar. Brillará, brillará, sin cesar.”).

Luego, todos juntos compartirán la siguiente jaculatoria:

Docente: “Jesucristo, luz del mundo…”

Todos: “... ruega por nosotros.” (Haciendo la señal de la cruz) “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”

Finalmente, se apagará la vela y todos, dejando el aula en orden, irán hacia el salón de clases.

El docente retomará el tema de Jesús, luz del mundo, que nos invita a contagiarnos de su amor, y darlo a los demás con la intención de trabajar por un mundo mejor.

En esta clase necesitarán tijeras y periódicos locales, regionales o nacionales. Distribuidos en grupos buscarán tres titulares que hagan referencia a situaciones de solidaridad, amor al planeta y a los demás, medidas políticas para mejorar la situación de poblaciones marginadas, etcétera. Señalarán los titulares seleccionados y justificarán en el grupo por qué les parece que es una noticia que nos habla de caminar hacia un mundo mejor.

Seguidamente, los recortarán y el docente coordinará una puesta en común de los titulares y las justificaciones de cada grupo. Una vez finalizada la exposición del grupo, el resto de los alumnos opinará sobre los titulares comentados y si se ajustan o no al mensaje de Jesús. Aquellos que vayan en ese sentido, serán seleccionados para integrar el Mural de buenas noticias.

Para hacer el mural necesitarán un papel afiche, goma de pegar, fibras y los titulares recortados. Bajo el título escrito con fibra: MURAL DE LAS BUENAS NOTICIAS, los alumnos pegarán los titulares seleccionados y escribirán con fibra, debajo de cada uno, el nombre del periódico y la fecha de publicación.

Luego, pegarán el mural en una pared del aula para recordar que existe mucha gente en el mundo que, aun sin conocer a Jesús, se compromete por sus hermanos y por el planeta intentando estar presente haciendo el bien en aquellas situaciones en las que es necesario.

Finalmente, el docente comentará que así como hay situaciones que nos ensanchan el corazón y nos alegran, también en nuestro país y en el mundo se viven momentos de gran dolor. En ese sentido, les pedirá a los alumnos que para la clase siguiente traigan escritas en un papel dos situaciones dolorosas que se estén viviendo en algún lugar del mundo (guerras, catástrofes naturales, desnutrición, trabajo infantil, trata de personas, etcétera). Pueden obtener la información de los periódicos, los noticieros televisivos o diversos sitios de actualidad a través de Internet.

Juntos y tomados de la mano, agradecerán a Dios con un Padrenuestro la invitación de Jesús: ser luz en el mundo como Él lo fue.

Sugerencia de evaluación

En esta clase, los alumnos llevarán la información de estos hechos tristes escritos en un papel y el docente coordinará el trabajo con preguntas como las siguientes:

  • ¿De qué situaciones dolorosas se enteraron que hay en el mundo? ¿En qué lugar suceden? ¿Qué hace la humanidad para calmar ese sufrimiento?

Seguidamente, todos los integrantes de la clase decidirán tener un momento de oración especial por esos acontecimientos dolorosos que hoy se viven en el mundo.

Para ello, en el salón y sobre el escritorio del docente cubierto con un mantel blanco, se colocará una cruz con pie, una bandeja o bol de cerámica delante y una vela que se encenderá al inicio del momento compartido. Todos los alumnos tendrán el papel con las situaciones de dolor en su mano y se sentarán en semicírculo alrededor de la cruz.

Los alumnos serán guiados por el docente con una secuencia de acciones como la que sigue:

Todos: (Haciendo la señal de la cruz) “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”

Docente: “Hoy, Dios Padre, queremos poner a los pies de la cruz las situaciones de dolor que vive el mundo. Para ello, prenderemos este cirio que simboliza a Jesús, luz del mundo que, como un faro, orienta nuestro caminar cotidiano. A continuación, uno tras otro, los alumnos dejarán sus papeles a los pies de la cruz. Mientras lo hacen, cantamos Somos tu pueblo que se reúne (Unidad 10, página 112).”

(Los alumnos en procesión van colocando su papel en la bandeja o en el bol.)

Docente: “Ahora, Padre, queremos ofrecerte nuestra plegaria para que muevas los corazones de los responsables de solucionar estos problemas, o de acompañar a quienes los sufren para hacer más liviana su carga. Rezaremos juntos un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.”

Todos: “Padrenuestro que estás en los cielos… Dios te salve, María… Gloria al Padre...”.

Docente: “Confiados en que tu amor de Padre nos ayudará a encontrar un camino de solución a los problemas planteados, te damos gracias Señor.”

Todos: (Haciendo la señal de la cruz) “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”